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#23 | JUNIO 2022 | Sumario

Mujeres una por una

Entrevista a Flory Kruger

Por Eliana Amor y Mariana Schwartzman

"…el hecho de que ese lugar quede vacío no impide que se pueda encontrar algo ahí"
Jacques-Alain Miller [1]

Inmersos en el tema del reciente Congreso de la AMP La mujer no existe, desde la Secretaría de Biblioteca hemos tenido el gusto de contar con Flory Kruger, quien nos inspira por su decidido compromiso con la transmisión y expansión del psicoanálisis de la orientación lacaniana, y a quien agradecemos su generosidad.

Entrelibros: Flory, ¿Qué podrías transmitirnos, desde tu experiencia, sobre el lugar de las mujeres en el psicoanálisis?

Flory Kruger: Hay mujeres, sin lugar a dudas, que se han destacado en el campo del psicoanálisis y que han jugado un papel importante siguiendo el camino abierto por Freud.

Lo cierto es que la mujer representó siempre para Freud un enigma, un quebradero de cabeza, tan es así que la llamó el continente negro. Sin embargo, se dejó enseñar por ellas, las pudo escuchar en una época donde la palabra de la mujer estaba desvalorizada. A través de las histéricas interrogó la sexualidad femenina y concluyó formulándose una pregunta que nunca logró responder: ¿qué quiere la mujer?

Lacan, retomando los desarrollos freudianos pudo atravesar ese límite con la introducción del concepto de goce, diferenciando un goce propio de lo femenino, suplementario del goce fálico y convertirlo en el goce como tal.

Teniendo en cuenta la orientación hacia el goce, no haría una distinción particular entre la mujer y el hombre, dado que el mismo psicoanálisis lacaniano deconstruye la figura de ambos para ceder el lugar al goce femenino que puede tocar tanto al hombre como a la mujer.

Lacan dijo una frase sobre las mujeres analistas, cuando en relación con la afirmación de que una mujer no está privada del goce fálico dice, "las mujeres son las mejores analistas, a veces las peores"[2].

Lacan pues, ordena la sexuación, a partir del goce.

Este desarrollo ha tenido importantes consecuencias en la medida en que abre un camino a la presencia del cuerpo en el psicoanálisis y también, cambia la concepción sobre el final del análisis.

Las formulaciones tratadas en el último Congreso de la AMP, alrededor de "La mujer no existe" y su conexión con el "no hay relación sexual", permiten repensar los síntomas actuales presentes en la cultura, que ya habían sido tomados en su tiempo por Lacan.

Hoy estos temas nos exigen interrogar, no sólo los feminismos en sus diferentes variables, sino también, lo que se ha hecho tan presente en los últimos tiempos, la experiencia trans.

Los problemas de género plantean interrogantes respecto de la libre elección, sin embargo, lo que nosotros consideramos los fundamentos del goce, si bien permiten una elección, esta elección no es libre, es forzada.

Entrelibros: Queremos también preguntarte por Judith Miller, en tu texto de Lacan Hispano titulado "Sus ojos claros", hablas de una Judith que fue oxígeno de la lucha por mantener vivo el psicoanálisis de la orientación lacaniana: creando la FIBOL (cuyas siglas inscriben a las Bibliotecas en el Campo Freudiano y también en la AMP), pero también difundiendo el psicoanálisis en lugares donde aún era poco conocido. Mencionas cómo esos ojos siguen vivos en vos… ¿De qué manera, en qué cosas que quieras contarnos, ha impactado esa presencia, esa mirada, en alguien como vos, una mujer cuya huella sin dudas ha marcado la vida de la EOL desde su fundación?

Flory Kruger: Mi encuentro con Judith Miller fue muchos años antes de la fundación de la EOL y de la AMP, fue en Caracas en el año 1980. Ese acontecimiento de Lacan en Venezuela marcó sin duda el destino del psicoanálisis en América Latina y especialmente en la Argentina. Allí comienza lo que después de 12 años terminó siendo la fundación de nuestra querida Escuela. Fueron años de trabajo intenso alrededor de las marcas que Caracas dejó en nosotros. En primer lugar, la creación del Simposio del Campo Freudiano, agrupación de la cual formé parte desde su fundación misma, hasta su disolución a causa de la fundación de la EOL.

Fueros años de sucesivos encuentros con J. A. Miller, Eric Laurent y Judith Miller que siempre los acompañaba, tanto en Argentina como en París, durante todo el tiempo que llevó la gestación del proyecto Escuela y finalmente de la Asociación Mundial de Psicoanálisis.

En ese primer encuentro en Caracas en 1980, la marca que me queda de Judith, fue la de ser el sostén de su padre, por sus dificultades para caminar, ella lo sostenía del brazo, acompañando sus movimientos. Fue mi primer encuentro con Lacan en vivo y esa imagen de su hija a su lado, quedo grabada en mi memoria.

Ser su sostén a lo largo de toda su vida fue su objetivo, a pesar de no pertenecer al campo del psicoanálisis. Ser su sostén, pero ya no para ayudarlo a caminar, sino para difundir, ampliar y seguir manteniendo vivo el psicoanálisis por el camino que su padre había abierto.

Ese dato prendió muy fuertemente en mí, dejándome una impronta de lo que significa el deseo decidido, deseo que Judith transmitía en cada uno de sus actos.

Pero la marca más importante que me deja Judith, es la de ser una verdadera trabajadora, una trabajadora incansable en el sentido literal del término.

La recuerdo arrastrando bolsas de libros pesadísimas en ocasión de la organización de los Encuentros Internacionales. No paraba, no delegaba, no pedía ayuda, aunque se rodeara de colaboradores cercanos, todo pasaba por sus manos.

Con este rasgo de trabajadora decidida, recorrió países como Rusia, Ucrania, los Países del Este, haciendo un enorme esfuerzo de transmisión en esos lugares donde el psicoanálisis no era conocido.

Esos ojos claros, esa mirada intensa siempre estuvo puesta allí donde la palabra de su padre aún no había sido escuchada, abriendo nuevos horizontes para la extensión del psicoanálisis.

¡Muchas gracias Flory! ¡Es una alegría recibir la transmisión de tu deseo decidido a través de estas palabras, y será seguramente un gran placer para los lectores de Entrelibros!

NOTAS

  1. Miller, J.-A., "Las mujeres y los nombres del padre" en Conferencias Porteñas Tomo 2, Paidós, Bs. As., 2009, p. 98.
  2. Lacan, J., "Disolución", 15 de enero de 1980, inédito.