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#24 | JUNIO 2023 | Sumario

Mediodicho 48. "El inconsciente en la vida normal"

Por Graciela Diosque

Cada año, en Córdoba, tenemos el gusto de contar con una nueva Revista Mediodicho, esta vez la N° 48. El título con el que nos invita a leerla es "El inconsciente en la vida normal" y la pregunta que se nos abre cuando leemos su título es sobre la "normalidad", de lo que estamos seguros no habla el psicoanálisis.

En su editorial, Jorge Castillo, director de este número, nos da algunas pistas y se pregunta "¿Cómo practicamos los psicoanalistas en el siglo XXI? ¿Cómo hacemos existir el inconsciente? Y agrega que "vida normal", es tomado como un witz, como un sintagma imposible que intenta nombrar un campo que se extrae de la lengua de la época en donde las singularidades desaparecen con las identificaciones y la palabra tiende a perder la capacidad de anudar los cuerpos. Como correlato de esto, se produce la segregación y los cuerpos son reducidos a su estatuto biológico.

En la sección Orientación Lacaniana, encontramos el texto "Fundamentos de la clínica lacaniana", en el que J.-A. Miller nos dice que Lacan polemiza contra la filosofía de un sujeto unificante. El sujeto lacaniano es un sujeto dividido por la percepción del significante y esta es una de las tesis que funda que el psicoanálisis no es una psicología.

Jorge Assef, en el Pase, bajo el título de su presentación "Histeria y Sexuación", hace un esfuerzo por separar la identificación al género, la condición sexual ligada a la elección de objeto y el tipo clínico, pero mientras escribe el texto hay algo que lo interpela: es la estrategia defensiva para sacar el cuerpo del campo sexual y de una condición con la cual no sabía cómo arreglárselas.

Luego, se despliegan los aportes de los colegas invitados a trabajar "el inconsciente en la vida normal". Del escrito de Jorge Agüero, "El inconsciente sin género y número", destaco este planteo: "La indeterminación del Sujeto se inscribe como falta en la relación del sujeto con un saber que lo sobrepasa; la certeza como un salto, como una falta de demostración por lo que se presenta no como conclusión sino como una anticipación."

El artículo de Graciela Brodsky "Paradojas de la segregación" plantea cómo se separa lo normal de lo a-normal. Los significantes amos que se admiten y los que se excluyen, los que definen lo aceptado y lo condenado. Lo sano y lo enfermo cambian y, junto con eso, cambia la significación del síntoma mismo.

Antonia Caparroz, en "Derecho a la singularidad" escribe que en la propuesta de la OMS, en su informe, en sus programas y planes de acción no hay lugar para el sujeto del inconsciente. Posicionándose, cita a Miller en "Sutilezas analíticas": "el deseo se opone a la norma, se opone al discurso del amo, que quiere lo mismo para todos."

Camila González Quiroga, se pregunta si hay lugar para el inconsciente en las instituciones médicas y se contesta que no es seguro, pero "es el inconsciente el que justifica nuestra intervención mientras haya en aquel que habla un deseo". Estos son solo algunos, hay varios otros textos que el lector puede recorrer en esta parte más epistémica de la revista.

En la Sección Avanzada, nos encontramos con tres trabajos presentados en una mesa política de las XXX Jornadas de la Sección Córdoba "¿Cómo te lo digo?", que se seleccionaron para formar parte de la revista. Me detengo en el de Hilda Vittar, que tomó el sesgo "Decir en la Escuela" y quiere pensarla como "lugar de enunciación donde un decir puede alojarse", pero agrega también que el gran desafío a asumir es la función de intérprete de lo social para lograr incidir en los asuntos de la civilización.

Continúan cuatro preciosos trabajos de carteles y luego, en la sección de conversación con otros discursos, llamada "Perspectivas, ideas y problemas", nos encontramos con la entrevista que Mediodicho realiza a Martín Sappia, reconocido cineasta de nuestro medio, sobre la película "Un cuerpo estalló en mil pedazos", que toma resonancias de la vida de Jorge Bonino, y nos invitan, mediante un link, a ver su película.

Por último, la Sección Lecturas nos convida con publicaciones actuales del Campo Freudiano.

Para concluir, creo que cada uno de los colegas –y esa fue mi clave de lectura– va dando muestras de que para el psicoanálisis es una posición ética poder leer la época y que la apuesta es dar lugar al sujeto del inconsciente más allá de que la ciencia y el empuje a la normalidad quiera borrarlo.