Escisión, etc.
El escrito "Función y campo…" se sitúa como el comienzo de la enseñanza de Lacan.
Pero hay un antes que corresponde a lo que llamamos la escisión del '53 con la ruptura de Lacan y algunos otros (Lagache, Dolto, etc) de la Sociedad psicoanalítica de París.
La escisión se produce a partir de la renovación del Instituto de Psicoanálisis de la dicha institución.
Había, en ese momento, dos estatutos propuestos para el mismo: el de Lacan y el de Sacha Nacht.
El propio Lacan señala lo que había de diferencia sustancial entre uno y otro: o el acuerdo o la transacción.
Transigir es prácticamente lo opuesto a acordar. Transigir implica saltearse los principios, que es lo que Lacan no aceptaba.
Lacan afirmaba que: "…la enseñanza teórica tampoco podría limitarse a un ciclo de conocimientos que se cierre de una vez para siempre"[1]
Es una manera muy temprana de circunscribir lo que no se enseña en psicoanálisis como me preguntan.
En el Psicoanálisis permanecemos del lado de un saber siempre abierto deducido de su práctica, y no al revés.
Todos lo seminarios de Lacan responden a esa premisa: la enseñanza se construye en su propio movimiento.
Producida la escisión Lacan insistía: "No se puede dejar de pensar que la teoría del Psicoanálisis, y al mismo tiempo su técnica, que no forman más que una única y misma cosa, han sufrido una especie de limitación y, a decir verdad, de degradación"[2]
Lo que fue todo el proceso que llevó a la escisión Lacan lo expresa de la siguiente manera: "… solo pude sobrevivir… prosiguiendo mi seminario de textos y de control, sin haber faltado una sola vez y creo sin haber visto afectadas la inspiración ni la calidad."[3]
Solo pudo sobrevivir…sostenido y sosteniendo la práctica analítica.
Función y campo…
Con respecto a la piedra del escándalo, la sesión corta, de la que Lacan mismo admite suspender en su práctica en una carta a Löwenstein fechada el 14-07-53, buscando un acuerdo imposible, en "Función y campo…" escrito dos meses después, nos dice: "… la suspensión de la sesión de la que la técnica actual hace un alto puramente cronométrico, y como tal indiferente a la trama del discurso, desempeña en él un papel de escansión que tiene todo el valor de una intervención para precipitar los momentos concluyentes. Y eso indica liberar a ese término de su marco rutinario para someterlo a todas las finalidades útiles de la técnica."[4]
Y en cuanto a la manera en que Lacan se planta a partir de "Función y campo…" Miller nos muestra que allí enuncia una puesta en tela de juicio irónica de todo el psicoanálisis hasta ese momento: "… se debe generar entusiasmo a partir de la ironía. Se trata de la puesta en tela de juicio irónica de los fundamentos de la disciplina analítica."[5]
No es que no había una enseñanza del psicoanálisis por parte de Lacan antes de "Función y campo…" Eso está muy bien subrayado en la pregunta que me hacen cuando afirman que: "…ese tiempo previo constituyó un momento de preparación de nuestro auditorio."
Pero a partir de "Función y campo…" nace, -esa es mi hipótesis-, la política del psicoanálisis propiamente lacaniana, contraria al psicoanálisis IPA, en eso es un momento fundacional.
Dicha política, sostenida en acuerdos posibles, está al servicio de hacer avanzar el psicoanálisis que, si hablamos de marca, es lo que marcó el resto… de la vida de Lacan; que jamás cayó en la trampa de ningún tipo de transacción.
Esa política es la que el propio Lacan definió como la política del síntoma.
Después de "Función y campo…"
En esa perspectiva "La dirección de la cura…" continúa "Función y campo…" en muchos temas, pero en uno en especial: en cómo se piensa en el psicoanálisis el ejercicio de un poder.
En "Función y campo…" Lacan afirma: "Es tal el espanto que se apodera del hombre al descubrir la figura de su poder, que se aparta de ella en la acción misma que es la suya cuando esa acción la muestra desnuda. Es el caso del psicoanálisis"[6]
Hay que comparar esa afirmación con la que propone en la "Dirección de la cura…": "Pretendemos mostrar en qué la impotencia para sostener auténticamente una praxis, se reduce, como es corriente en la historia de los hombres, al ejercicio de un poder."[7]
El ejercicio de un poder implica dos direcciones. En una se refiere a la manera en que los analistas sostienen sus instituciones. En 1953 Lacan decía: acuerdo o transacción.
La otra: se trata de la dirección de la cura misma. Lo que en ese momento se llamó psicoanálisis del yo y que ahora podríamos incluir en las TCC. Aún a riesgo de ser reduccionista: técnicas que se sostienen en el ejercicio de un poder… por parte del analista.
De allí que Miller nos recuerde que Lacan decidió: "…no someterse al poder en el psicoanálisis para defender la verdad de la experiencia analítica."[8]
Lo que llamamos orientación lacaniana mantiene esta discusión viva.
* Luis Tudanca es Miembro de la AMP, AME de la EOL, AE (2010 – 2013).
NOTAS
- Miller, Jacques-Alain: Escisión, excomunión, disolución" Manantial Argentina 1987 Página 38.
- Lacan, Jacques: "Lo simbólico, lo imaginario y lo real" en "De los nombres del padre" Paidós Argentina 2005 Página 14.
- Miller, Jacques-Alain: IBID (1) Página 87.
- Lacan, Jacques: "Función y campo del lenguaje en psicoanálisis" en "Escritos 1" Siglo XXI editores Argentina 1981 Página 73.
- Miller, Jacques-Alain: "Nueve facetas de la comunidad analítica" en "Conferencias porteñas. Tomo 2" Paidós Argentina 2009 Páginas 165-171.
- Lacan, Jacques: IBID (4) Páginas 63-64.
- Lacan, Jacques: "La dirección de la cura y los principios de su poder" en "Escritos 1" Siglo 21 editores Argentina 1981 Página 218.
- Miller, Jacques-Alain: "Puntuaciones sobre la Dirección de la cura" en "Conferencias porteñas" Paidós Argentina 2009 Página 182.