Apuntes sobre historia y política de las bibliotecas
"En efecto, la elucidación de la práctica analítica (…) pasa por una elaboración informada, no solo de sus propios avatares; sino también de los de la época en que es requerida. Las bibliotecas son un instrumento indispensable para realizar este trabajo. Ofreciendo una documentación de primera mano, sin la cual no puede concebirse ningún trabajo verdadero, ya sea de estudio o de enseñanza, ponen al alcance de todos un tesoro."
Judith Miller[1]
Orígenes
Las bibliotecas, tan antiguas como la escritura y tan necesarias como ella misma, desde sus orígenes han sido fieles lugares para el resguardo de obras y en ocasiones espacios privilegiados para el desarrollo de la actividad intelectual.
La biblioteca de Alejandría en Egipto (siglo III a. C.) es considerada la mayor biblioteca de la antigüedad y uno de los principales centros de difusión del conocimiento de la época. En la Edad Media, las abadías y monasterios contaban con amplias bibliotecas donde los mismos monjes oficiaban de copistas y encuadernadores. Posteriormente y con la creación de las universidades y la imprenta, nacen las bibliotecas universitarias. En el siglo XIX surgen en Reino Unido las bibliotecas públicas, financiadas con fondos públicos, gratuitas y accesibles para todos. En nuestro país nos remontamos a 1810 donde, bajo la iniciativa de Mariano Moreno, se crea la Biblioteca Pública de Buenos Aires, a su vez vinculada con el periódico La Gazeta de Buenos Ayres. No es un detalle menor vincular una biblioteca a un órgano de difusión. Finalmente, alrededor de 1900 surgen las bibliotecas especializadas.
Nuestras bibliotecas
En 1977 Oscar Masotta funda la Biblioteca Freudiana de Barcelona; en 1985 Germán García crea la Biblioteca Internacional de Psicoanálisis (BIP) disuelta en 1992 con la fundación de la Escuela de la Orientación Lacaniana (EOL); desde 1990 la Federación Internacional de Bibliotecas de la Orientación Lacaniana del Campo Freudiano (FIBOL) agrupa bibliotecas en diferentes partes del mundo, sumando en la actualidad más de setenta bibliotecas especializadas en psicoanálisis y sus referencias (filosofía, lógica, matemática, historia, antropología, literatura, lingüística, entre otras). Sin duda estas bibliotecas constituyen un magnífico territorio para alojar referencias imprescindibles para la formación e investigación de los analistas de la orientación lacaniana.
En consecuencia, mantener un diálogo fluido, tanto entre las Bibliotecas de las Escuelas como entre las Secciones o Delegaciones dentro de cada Escuela, favorece no sólo la transferencia de trabajo sino además la circulación de las publicaciones, de las traducciones y la promoción de nuevas adquisiciones.
Rasgo de actualidad
Debatir una política de adquisiciones, donaciones y descarte constituye una tarea y una responsabilidad para las Bibliotecas de la Escuela. Sabemos que el espacio es limitado y la adquisición no puede ser infinita, también sabemos que la digitalización está transformando el mundo a gran velocidad. En consecuencia, las bibliotecas no pueden, o no deberían, permanecer ajenas a este rasgo de actualidad. Comprender el desafío que imponen las redes sociales, implica analizar las transformaciones en las lógicas de consumo y la reconfiguración de los escenarios políticos, sociales y culturales en el ciberespacio[2]. Dado que las bibliotecas están inevitablemente inmersas en esa trama, es conveniente que sean ellas mismas quienes generen los debates necesarios para sopesar la importancia de disponer un catálogo en línea, determinar cuál es el equilibrio posible entre el formato papel y digital. En este sentido Margarita Álvarez reflexiona sobre los beneficios y dificultades de la lectura en la era digital, se refiere a "reinventar asimismo la función de las bibliotecas, acomodándolas a los nuevos tiempos. Sin nostalgias"[3].
En nuestro caso
La Biblioteca de la EOL Sección La Plata, tal como se lee en la presentación[4], busca no sólo incidir en los modos de leer, parafraseando a Ricardo Piglia, sino además recuperar la práctica de la lectura. Desde su creación, propiciar una articulación moebiana entre la intensión (transmisión, crítica, formación) y la extensión (apertura al Otro social, encuentro con otros discursos) constituye un objetivo central para nuestra Biblioteca. Desde esta perspectiva vale recordar una entrevista realizada a Eric Laurent (2013), donde señala: "Una biblioteca no solo es de libros silenciosos en las paredes. Una biblioteca es también hacer hablar a los libros. (…) Lacan hace vibrar el discurso universal con sus referencias múltiples a la cultura, tan precisa y profunda que permite, al inscribirse la tradición lacaniana en este surco precisamente, acoger, dialogar, con las fuerzas vivas que hay en el lugar. Y en la Plata donde hay una Universidad tan grande y tan importante para el país, estoy seguro de que la extensión de la biblioteca no va a plantear ningún problema; solo que hay que tener el tacto de elegir los buenos libros, pero bien, ustedes van a encontrar la buena manera de hacerlo"[5]. Elección que se pone en juego cada vez que la Biblioteca organiza sus actividades, animada por el desafío de hacer de la biblioteca un lugar vivo y dinámico.
NOTAS
- Miller, J. (1991) Colofón-Boletín de la Federación de Bibliotecas de la Orientación Lacaniana- N°1, p: 3
- Ramonet,I., (2011), La explosión del periodismo, Buenos Aires, Capital Intelectual.
- Álvarez, M., (2018), "Una política de la lectura. Las bibliotecas de la FIBOL en la era digital". entrelibros, Nro 17, Biblioteca de la EOL. Recuperado en: http://entrelibros.eol.org.ar/ediciones/017/default.asp
- "Presentación Biblioteca 2023/2024". Recuperado en: https://eol-laplata.org/biblioteca/presentacion-biblioteca-2023-2024/
- Laurent, E., (2013), "Tres preguntas a Eric Laurent", por Rosana Salvatori. Blog EOL Sección La Plata N° 1 diciembre 2013. Recuperado en: https://blog.eol-laplata.org/seccion/numeros/numero-1/